A finales de los 70's y principios de los 80's el programa Abakan llamó la atención de todos. El programa resultó en la creación del nuevo fusiles de asalto AN-94. La idea de balance automático fue abandonada, entre otras cosas por su gran costo, pero esto sólo duró un tiempo.

Teniendo en cuenta que el AN-94 es de 4 a 5 veces más caro de producir que el AK-74M, la pregunta del millón es ovbia. ¿hay estados que puedan gastar tanto en un arma tan buena, y al mismo tiempo tan desconocida? Muchos de los compradores de armas soviéticas y rusas siguen prefiriendo un sistema viejo, bien conocido y puesto a prueba como puede ser el AK-47. En realidad, su ideal es un AK-47, pero con mayor precisión.

En Izhmash se llegó a la conclusión de que este arma podría lograrse mezclando el mecanismo de fuego del AL-7 con el cuerpo del AK-74M.

Surgió así la nueva serie de fusiles Kalashnikov, la serie 100. Al agregar números al 100, se obtienen los nombres de varios modelos subsiguientes (desde el AK-101 hasta el AK-108). Tal vez la característica más llamativa de esta serie es que comparten diferentes calibres. Por los demás detalles, son prácticamente idénticos.

Todos los fusiles de la serie tienen un terminado de fosfato negro, además de una culata plegable hecha de fibra de vidrio negra reforzada con poliamida.

Todos tienen además los siguientes modos de operación: seguro, semiautomático y automático completo. Para cambiar estos modos, solamente se mueve un pequeño selector. En la posición más alta, está el seguro. Al estar en esta posición, se puede ver si hay munición dentro del cargador, sin tener que desmontarlo. Cuando el selector está en la posición más baja, el rifle está en modo semiautomático; el automático se logra al poner el selector en la posición media.

La aparición de la serie AK-100 indica sin lugar a dudas que Izhmash quiere recuperar y expandir su mercado internacional. Cuando el calibre 5,45 mm de las nuevas armas como el AK-74 fue introducido a la producción en masa para reemplazar los rifles de calibre 7,62 mm, pronto se descubrió que muchos de los compradores extranjeros de armas soviéticas comenzaban a pensar dos veces su decisión de comprar un AK.

Imponer un nuevo calibre de armas no es nada sencillo, como ya lo había demostrado el M-16. Los compradores extranjeros sencillamente no confiaban en la munición de 5,45 mm, pues nunca la habían visto en acción, mientras que el la munición de 7,62 mm cargaba en sus espaldas con muchos años de servicio. Además, el nuevo calibre era más difícil de conseguir, ya que solamente se fabricaba en Rusia, mientras que las balas de 7,62 mm era sencillas de obtener en muchas fábricas militares de todo el mundo.

A causa de todo esto, el volumen de las exportaciones se redujo considerablemente. Para volver a incrementarlo y lograr competitividad en el mercado, Izhmash decidió poner sus armas en tres calibres: 5,45 mm, 7,62 mm y 5,56 mm. Los Kalashnikov de calibre 5,56 x 45 mm estaban hechos exclusivamente para la exportación. En realidad, los AK-101 y AK-102, disparando esta munición standard de la Otan dieron mejores resultados que utilizando munición de 5,45 mm. Como primer detalle, la vaina de la munición de 5,56 mm es 6 mm más larga y da un 20% más de propulsión, al cargar en este espacio más pólvora. Además, la calidad de los componentes del cartucho, incluyendo el propelente, el detonador y el proyectil era superior. La geometría de la vaina más larga de la Otan, que tenía menor diferencia entre el diámetro de la vaina y el proyectil resultaba en una precisión mayor. A causa de esto, la probabilidad de impacto al igual que la puntería potencial del AK-101 es 22 o 23% mayor que la del AK-74M.

Al tener los nuevos rifles Kalashnikov un calibre más difundido y de mayor calidad, Izhmash está listo para competir con aquellos clientes que antes sólo compraban armas occidentales.

Especificaciones técnicas