El
Ingram MAC 10 es uno de los subfusiles más famosos de la
historia de las armas. Su sencillez de mecanismos, su
enorme fiabilidad y su terrorífica cadencia de fuego son
las principales señas de identidad de esta legendaria
pistola ametralladora.
Entre los diseñadores más destacados de finales de los
años 50, sin duda surge el nombre de Gordon Ingram,
quién después de diseñar una considerable cantidad de
prototipos y modelos, creó una de las armas más famosas
y polémicas de su género: la Ingram MAC 10.
Cuando en todo el mundo las autoridades militares tenían
su vista puesta en el desarrollo del fusil de asalto
(una de las lecciones aprendidas en la Segunda Guerra
Mundial) y las demás armas ligeras perdían importancia,
el subfusil encontró su lugar en un campo de guerra no
convencional, caracterizado por acciones de guerrilla y
contraguerrilla en zonas rurales y urbanas. En estas
circunstancias, un arma de reducidas dimensiones y alta
potencia de fuego adquiría un valor especial.
Muchos países de Centroamérica y Latinoamérica se
convirtieron a partir de la década de los 60 en
escenarios ideales para este tipo de arma, como también
lo fueron otras partes del mundo donde la violencia y
los oscuros intereses de poderosos grupos de poder
privaron sobre la libertad y la vida de los hombres. Con
estas premisas, vio la luz en 1963 el modelo 10, más
conocido como MAC 10. En los años posteriores, Ingram
construyó varios prototipos e introdujo una versión para
el cartucho .45 ACP. Sin embargo, el hecho más
importante se produjo cuando se relacionó con la
compañía Sionics de Atlanta (EEUU). Con ella firmó un
contrato para la fabricación en serie de los MAC 10 en
los calibres 9mm Parabellum y .45 ACP, ambos provistos
de un voluminoso silenciador, lo que constituyó una de
las características distintivas de estas armas.
En
1969 comenzó la fabricación en Sionics de las MAC en dos
tipos de versiones: una, con percutor fijo para disparar
en ráfaga con el cerrojo abierto; y otra, con percutor
lanzado y la masa del cierre avanzada o cerrada,
especial para el tiro semiautomático. La primera estaba
dirigida a las fuerzas de seguridad y policiales y la
segunda, al mercado particular, para lo que estaba
provista además de un cañón de 18 pulgadas de acuerdo a
la legislación estadounidense. Apenas un año después, la
Sionics fue comprada por un grupo financiero, que
decidió trasladar la fábrica a Marieta, y cambió su
nombre por "Military Armament Corporation". Es por este
motivo por lo que las Ingram también se conocen en
algunas partes del mundo como Marietta.
En la fábrica de Marietta se aplicaron las más modernas
técnicas de producción por chapa estampada. También se
idearon algunas modificaciones y mejoras que no llegaron
a ser incluidas en los modelos de serie. Al cabo de unos
años, la firma no pudo solucionar sus problemas
financieros y fue subastada en junio de 1975. La mayoría
de las maquinarias, piezas y armas restantes fueron
adquiridas por una empresa que a su vez fue comprada
luego por otro grupo financiero. A pesar de todo, Gordon
Ingram siempre se mantuvo relacionado de una u otra
forma con los distintos fabricantes de sus diseños.
La última generación de Ingram se introdujo en el mercado
armamentístico en 1977 bajo la denominación de
"Cobra".
Esta generación se fabricó en dos grandes series: la MkI
para el .45 ACP y el 9mm Parabellum y la MkII para el
.380 ACP y el .22 LR. La morfología, peso y tamaño de
las Cobra es igual que la de las Ingram convencionales,
aunque se les introdujeron algunas modificaciones para
simplificar su producción. Entre estos cambios destacan
un culatín metálico de cantonera fija y un bloque de
cierre de chapa estampada. Pero pasemos a ver el modelo
en su contraparte de airsoft, manufacturado, como no,
por Tokyo Marui.
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El embalaje externo es como siempre, espectacular, dentro de la
línea de artwork de Marui, con un estilo muy old school tipo Vietnam
y estilo guerrillero. En la foto no se aprecia muy bien, pero la
caja tiene el mismo tamaño que otros subfusiles como el MP5 o el
P90. Pero dejemos de hablar de exteriores y empecemos a ver el
interior que es lo que nos interesa. |
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Una vez abierta la caja, tienes una vista del contenido de la misma,
con el manual, catálogo, algunas dianas, y debajo un subfusil
gigante, con un silenciador no menos pequeño en cuanto a tamaño, un
cargador, correa delantera con clip, batería y su cargador. |
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Bajo la tapa superior, tenemos un adaptador de cañón para el uso de
trazadores, la bocacha roja para el cañón, y una muestra de bolas en
una bolsa. En la muesca de la caja que deja el subfusil, tenemos una
varilla de carga para introducir las bolas en el cargador, y otra de
limpieza para el cañón del arma de airsoft. |
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Ahora, una vez sacada de la caja, con el clip delantero montado, y
el cargador insertado, mi primera impresión fue: "Leches, pensaba
que era más pequeña!" |
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Las inscripciones en el
lado derecho del cuerpo son abundantes. Bajo la ventana de expulsión
puede leerse "INGRAM M10. CAL 45 AUTO, TOKYO MARUI CO.LTD., MADE IN
JAPAN", junto al anagrama de la ASGK nipona. En la parte trasera
superior, puede verse claramente impreso el anagrama de la cobra. |
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Una vez roscado el
silenciador en el arma, si antes te parecía grande, ahora ya no hay
palabras... más adelante le pasaremos el metro a ver longitudes. |
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En la parte trasera
tenemos tres puntos de mira, para enrasar y alinear miras,
dependiendo de la distancia a la que vayamos a hacer blanco. |
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En la prueba de la cinta
métrica, con culata recogida y sin silenciador, obtenemos una
distancia de unos 30 centímetros aproximadamente. |
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Al conjunto con la
configuración anterior, le añadimos ahora el silenciador, roscado
hasta el fondo de la rosca del cañón. La cita entrega una longitud
de alrededor de 54 centímetros. |
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Abrimos ahora el culatín
al completo, y lo medimos, y nos entrega una longitud de 82
centímetros... no me lo podía creer...solo me quedaba una prueba por
hacer... y la realicé en la siguiente foto de abajo... |
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¡¡El conjunto es tan
largo como un M4 en toda su longitud!!. Esta "pequeña" no paraba de
sorprenderme a cada momento que pasaba... |
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Veamos una comparativa de
tamaño en cuanto a los cargadores de bolas que usa el arma. Son
bastante más altos que los de MP5 y Colt. |
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En su parte superior,
podemos distinguir el cargador estándar del hicap. A la izquierda
tenemos el cargador estándar, y a la derecha el hicap, con la
ventana de introducción de bolas. |
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De perfil, otra
diferencia del estándar con el hicap: a la izquierda el estándar,
con una aleta, y a la derecha el hicap, sin ella. |
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Y evidentemente, en su
parte inferior, el estándar (izquierda) no tiene rueda de cebado,
mientras el hicap (derecha) si que la lleva. El cargador estándar
tiene una capacidad de 65 bolas, y el hicap de 450. |
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La batería, es de tipo
micro EX, de 500mA y NiCd, la misma que usa el MP-7. Personalmente,
no entiendo como una casa como Marui, sigue usando de una tecnología
en baterías, a todas luces, obsoleta y tan contaminante para el
medio ambiente, y no apuesta por las NiMH, o los distintos tipos de
nacientes tecnologías que han salido con base de litios (férricos,
manganeso, etc). El voltaje por cierto, de la batería es de 7.2
voltios. La batería se introduce por la parte delantera del arma, desmontando el cierre del cañón y extrayendo una pestaña que nos facilita la labor de ponerla de modo correcta, y que luego nos ayudará a poder sacarla para reponerla o recargarla. |
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Vista de la pestaña en
toda su longitud. Tenemos a la vista parte del cañón interior. Como
curiosidad del montaje-desmontaje de la batería, añadir que el
gatillo del arma se queda completamente bloqueado durante el mismo,
ya que para poder retirar el cierre delantero, tenemos que activar
el seguro. |
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En la parte derecha del
cuerpo, sobre el gatillo, tenemos el seguro del arma, y un poco más
adelante el número de serie. |
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En la parte izquierda,
podemos encontrar la aleta selectora de modos de fuego. Solo tenemos
dos opciones: semi y auto. Dependiendo de cómo tengamos activado el
selector, solo podemos leer una de las leyendas. |
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Con la posición en el
centro del selector, podemos ver las dos leyendas. |
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Selector en modo
automático. |
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Como en casi todos los modelos, activando la palanca de carga hacia atrás, podemos ver el dial del hopup y poder manipularlo. Esta cámara de hop me recuerda bastante a la de la P90. |
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La posición natural del
apoyo de hombro de la culata, es ésta. |
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Como curiosidad podemos
todavía agacharla en "L", para poder asirla con las axilas. |
No hay
mucho metal en el arma, pero las
partes que lo llevan incluyen:
- Cierre delantero
del cañón.
- Anilla y clip de la
correilla delantera
- Selector de modos
de fuego y seguro
- Gatillo
- Culatín plegable y
botón de liberación del mismo
- Miras delanteras
- Palanca de carga y
burlón del sistema de cerrojo
- Botón de liberación
del cargador
- Cargador de
munición
Estoy muy contento
con la pequeña correilla que
acompaña al arma, su calidad y
acabado están fuera de toda duda.
Comento esto, porque normalmente,
las correas portafusa que acompañan
a muchos modelos de airsoft,
deberías de no ser usadas (lo digo
por experiencia) nada más sacadas de
la caja, ya que el material y cosido
de la misma muchas veces es de muy
pobre calidad. Esta correa de mano,
es delgada y está bien hecha, con
doble o triple cosido, y
generalmente puede ponerse a la par
en cuanto a comparaciones con
equipamiento de Blackhawk. Marui no
iba a ser menos en éste caso y ha
hecho un excelente trabajo.
De lo siguiente que
podríamos hablar, es de la culata
extensible. Es increíblemente
sólida, no tiene traza ninguna de
balanceo, tanto recogida como
extendida, y es suficientemente
larga como para apoyarla al hombro y
agacharse a usar las miras sin tener
que poner el cuello en posiciones
extrañas. Los cargadores están
hechos en acero estampado y es lo
suficientemente ligero pero
resistente, como para soportar un
duro trato, y tienen tanto tamaño
como los de la M1A1 Thompson o los
de UMP, pero hablaremos de ello un
poco más adelante.
La calidad de acabado
final es excelente, pero hay algunas
cosillas que comentar con respecto a
éste tema.
De la primera que
podría exponer es sobre los logos
impresos. No creéis que podrían
haber puesto los logos de "Tokyo
Marui", "ASGK", y "Made In Japan" en
formato un poco más pequeño. Sé que
Marui está orgulloso de sus diseños
y demás, pero realmente han
exagerado el tamaño de los marcajes
en éste modelo. Mi único punto en
contra con el acabado externo es el
silenciador. Mientras tiene una
ligera capa de acabado en goma con
una pequeña textura metálica para
hacerlo parecido en tacto al real,
está fabricado en plástico con lo
que es demasiado ligero. Pero al
mismo tiempo, no lo es tanto como
para que tenga un peso despreciable
ni es que sea menos resistente.
Durante la primera
partida que he jugado con ella, me
he sentido "raro"... como lo
diría??, puedo repetirlo?? éste
subfusil es ENORME. Al principio te
ves extraño con ella por el
mencionado tamaño y longitud, PERO
poco a pocote vas haciendo con ella,
y hay que hacer una pequeña fase de
adaptación a ésta bestia. De
primeras parece que estás jugando
con un ladrillo con pistolete, pero
la ergonomía está perfecta. Hay que
decir que el modelo de Marui es más
grande que su contraparte real, o
comparándola con modelos como la
MAC-11 de KSC, que cuenta con cuerpo
de metal. Con respecto al tema
ergonomía, para cualquiera que tenga
las manos pequeñas, lo va a tener
difícil el tema del manejo. Para
aquellos de vosotros que solo estéis
acostumbrados a modelos con
pistoletes delanteros montados en
raíles y demás, se os va a hacer
extraño el tener que apoyar vuestra
mano izquierda sobre el silenciador.
Funcionamiento
Tras darle una carga
completa a la batería, una micro EX
de 7.2 V y 500mAh, de NiCd, la cual
tardó aproximadamente unas dos horas
con el cargador original que trae en
la caja, con un transformador de
adaptación intermedio, metemos en el
cargador estándar 65 bolas de 0.20
de Marui, y tras un par de disparos
de prueba, el hop viene bajado de
fábrica al mínimo, con lo que
corregimos la trayectoria de las
bolas accionando poco a poco el dial
del hopup hasta que obtenemos la
trayectoria más tesa que podemos
antes de que las bolas comiencen a
subir en la parte final del trayecto
de vuelo. En ese momento el crono
nos entrega una serie de lecturas:
224, 228, 219, 231, 226 y 242, con
lo que la media la podemos situar en
unos 230 FPS. El alcance medido con
telémetro a un blanco del tamaño de
una persona se nos va a 41 metros,
lo cual no está nada mal, con el
pequeño cañón que tiene el arma.
Pasamos el crono a medir disparos
por segundo, y nos entrega una
lectura de 7-8 por segundo en las 5
pasadas de ráfagas en automático que
probamos. Puede que ésta tasa de ROF
sea baja, pero con una batería de
7.2 voltios, lo vemos normal. La
autonomía de la misma, de momento es
corta, ya que a partir de los
400-500 disparos, ya se nota como se
viene abajo. Seguro que con el
tiempo, y un buen trabajo de "gimnasia" con el cargador, seré
capaz de sacarle el doble de
rendimiento, como he podido obtener
información de otros usuarios que me
contaban que han obtenido tasas de
rendimiento de hasta 1400 disparos
con la misma batería. De todas
maneras y por si acaso, tengo otro
modelo de mi MP-7, y he pedido una
más por lo que pueda pasar.
Hablemos del silenciador; realmente
hace que el sonido del disparo se
atenúe bastante. Que yo tenga
constancia, en las únicas armas de
Airsoft donde he podido observar un
efecto real de amortiguación de
sonido, ha sido en la serie SD de
los MP5 de Marui, así como en el
modelo Mk23 NBB, de la misma casa.
Los demás silenciadores que he
podido ver, como el del P90 TR y
demás, son puramente decorativos. Ha sido una
sorpresa muy grata el poder
comprobar como el sonido se ve
reducido en más de un 50%. Es una
cosa que tendré que probar con el
tiempo el poder eliminar a alguien
en una partida desde una distancia
media y que se tenga que preguntar
de donde venía la bola.